Even angels fall ...

Vivo atrapada en un torbellino de ideas y de rabia contenida, porque siento que doy menos de lo que puedo. Menos de lo que debo. Siento que no participo lo suficiente de la vida, que el tiempo de se me escapa; que la vida pasa por mí, pero yo por ella no dejo ninguna impronta. Como si nunca hubiera estado. Y tengo la constante sensación de querer explotar. No puedo evitarlo y tampoco sé si quiero. Mi cuerpo pide a gritos mucha más acción de la que vive ahora mismo, pero ni sé cómo empezar a dársela.

Toda esa vorágine da vueltas en mi cabeza; incluso me siento cansada, como si mi cuerpo necesitase más movimiento aún. Entremedias de mi huracán particular giran un montón de mierdas de las mías: todos mis pensamientos agobiantes, mis neuras, mi gata persiguiendo la pelota que le hice de Albal, la canción que estaba cantando en la ducha esta mañana ...
Todo este caos inmenso que llevo dentro se asemeja demasiado a un huracán; y, verdaderamente, está arrasando conmigo. Destruye un equilibrio casi perfecto que había creado para mí.

Y al fondo, justo en el centro, estás tú: en medio de toda esa destrucción. En el único puto sitio que no da vueltas. No te mueves, permaneces fijo; y, de hecho,eres el único elemento de todo lo que hay que lo hace.

No hay mejor comparación para lo que intento decirte: cada vez que yo me siento desatada y empiezo a arrasar conmigo, con lo que soy, tú eres la única persona capaz de hacerme parar. La única persona capaz de controlarme; de domarme en ese momento ... el único que consigue que ya no resulte nociva. Me das todo lo que necesito y todo lo que quiero; me das todo y de una forma que me deja sin palabras. Y a veces me hablas de tal manera que no puedo siquiera respirar.

Por más que te doy, no creo que sea suficiente; sin ti me siento a la mitad y tu voz es el único sonido que quiero escuchar. Gracias por decir un día que no te irías ... y gracias por quedarte. ^^